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��Hay que entender la amargura del Presidente, porque por un lado solucionó el tema de la deuda, pero por otro tiene a su rival político del 2007. La intención de Duhalde es que fuera vicepresidente, pero hubo una operación en el medio por la que quedó Scioli. La operación de Duhalde era ponerlo a Lavagna”, aseguró Carrió.La titular del ARI dijo que su partido “apoyó desde siempre a Lavagna y la negociación de la deuda, aún con discrepancias”. Y agregó: “Está muy bien es que hayamos arreglado la deuda. Desde que nací siempre tuvimos miedo económico, por primera vez como sociedad podemos enfrentar el peligro moral e institucional sin miedo económico, eso no lo viví nunca”.
Sin embargo, Carrió cuestionó que “el problema es que (Lavagna) dice que hay que apoyarse en los partidos tradicionales, en la vieja argentina corporativa, la de las cajas políticas y las coimas, y ahí se equivoca”.