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En las últimas horas, los principales matutinos afirmaban que desde Roma se había optado por moderar el conflicto con el gobierno argentino, pero en realidad, se ha solicitado un profundo análisis del tema, antes de emitir alguna opinión.

Funcionarios argentinos se ocuparon de destacar que el Obispo relevado tiene toda la libertad para oficiar la ceremonia de bendición del Santo Crisma para este miércoles, pero desde la Iglesia se ha pedido que, así como un decreto determinó la cesantía de Baseotto en su cargo, se emita algún comunicado u orden escrita que confirme la posibilidad del Purpurado para oficiar la misa en la iglesia de Stella Maris, del barrio de Retiro.

La Iglesia dará una opinión formal durante la semana que viene, ya que consideran que la preparación de la Pascua es el evento más importante para el cristianismo, mientras que la decisión unilateral del Gobierno argentino, puede esperar unos días.