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De todos modos, insistió en la necesidad de que Argentina presente una "propuesta realista" hacia los acreedores que no entraron al canje de la deuda.

Rato precisó que el FMI no está pidiendo a Argentina la reapertura del canje de su deuda pública de 81.800 millones de dólares, que tuvo una tasa de aceptación de 76,15%, pero tampoco quiso definir qué significa exactamente una "estrategia realista" con los tenedores de títulos que quedaron fuera, y a los cuales el gobierno adeuda unos 20.000 millones desde diciembre de 2001.

"Eso es algo que el gobierno argentino tiene que definir, pero creo que (...) El gobierno argentino está trabajando en ello, y por lo tanto me remito a lo que ellos tengan que decir", indicó.

En una conferencia de prensa que repercutió aquí a través de agencias internacionales de noticias, De Rato destacó que "es muy importante el comunicado emitido ayer con acuerdo de los 182 países que integran el FMI, que no reclama la reapertura del canje" en Argentina.

"Creo que eso indica claramente que estamos entrando en una etapa de normalidad que me parece muy positiva", añadió.

Ese documento, según el directivo, "fija como posición la necesidad de que la Argentina diseñe una estrategia hacia adelante para los bonistas que no aceptaron la propuesta".

En el encuentro que mantuvieron De Rato y Lavagna se analizó la evolución de la economía argentina y el futuro de las relaciones entre ambas partes y al finalizar el funcionario argentino subrayó que la reunión fue muy positiva.

El acuerdo que habían suscripto Argentina y el Fondo permanece suspendido desde setiembre último, a raíz de la decisión del presidente Néstor Kirchner de avanzar, primero, con el canje de deuda, y luego en la elaboración de nuevas metas macroeconómicas con el organismo crediticio.

No obstante, horas antes de mantener el encuentro con De Rato, Lavagna disertó ante el Comité de Desarrollo del Fondo Monetario.

En ese marco, el ministro volvió a castigar al organismo crediticio, al que acusó de tener "indudable responsabilidad" en el "agravamiento de la problemática social" del país "en los últimos treinta años".

"Durante esas tres décadas, suscribimos 19 acuerdos con el FMI. Y a la indudable responsabilidad de los sucesivos gobiernos debe agregarse la del FMI, que compartió el diseño de las políticas y su implementación", se quejó el funcionario.

Lavagna sostuvo además que los países en desarrollo "están jugando un papel cada vez más importante en la economía mundial, pero eso no se refleja en su capacidad de influir en las decisiones del Fondo Monetario".

En ese sentido, propuso "mejorar la gobernabilidad" del organismo crediticio, a través de un "aumento de la independencia y representatividad del directorio ejecutivo, mejorar el poder de voto de los países en desarrollo y hacer el proceso de elección del director gerente más abierto y transparente".

En otro orden, Lavagna manifestó que "la comercialización libre de los productos por todo el mundo es mucho más importante que cualquier ayuda internacional directa".

"Necesitamos aumentar nuestros esfuerzos mundiales para una liberalización del comercio multilateral y aumentar sustancialmente la ayuda en términos de calidad y cantidad", estimó el titular de la cartera económica.