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El plenario de la conducción nacional se reunió en la Casa Radical de la capital cordobesa, en medio de un áspero debate y reiteración de fuertes cruces verbales entre los seguidores del gobernador de Tierra del Fuego, Jorge Colazo, y la mesa nacional partidaria, por la intervención del distrito.

En este marco de conflicto interno, el radicalismo buscó reafirmar su rol opositor al Gobierno, pero no pudo escapar a las escaramuzas verbales y físicas que se impusieron a raíz de la intervención del distrito fueguino, tras el manifiesto apoyo de Colazo al primer mandatario y su eventual reelección.

Con las imputaciones de fondo, la conducción nacional de la UCR, reafirmó en un documento final su ``clara oposición al Gobierno nacional´´un punto destacado que fue seguido por una serie de cuestionamientos y advertencias hacia las políticas oficiales.

Así, el histórico partido buscó recuperar un fuerte rol de oposición desde el cual reclamó ``desterrar las prácticas corruptas, como el uso y abuso de fondos reservados, que habilitaron leyes secretas utilizadas para el pago de sobresueldos a funcionarios públicos´´.

En ese tema, el partido manifestó su apoyo a la iniciativa conjunta de sus bloques parlamentarios para ``terminar con el oscuro privilegio de las leyes secretas que (...) cercenan el derecho del ciudadano común a conocer las normas que lo gobiernan, permitiendo al Estado mantener en reserva todo aquello que lo perjudica ante la opinión pública´´.

Los radicales también advirtieron sobre eventuales decisiones del justicialismo en algunas provincia de concurrir con dos listas de candidatos a legisladores nacionales.

Para la UCR se trataría de una ``supuesta violación del artículo 54 de la Constitución, con la pretensión de incorporar al Senado de la Nación a la totalidad de las bancas que la mayoría y por la minoría, corresponden elegir por el pueblo´´.

``De esta manera -precisa el documento difundido- se consagraría una estafa electoral a la sociedad, con la pretensión de barrer a las fuerzas minoritarias en la Cámara Alta y debilitar un sistema instrumentado para posibilitar la presencia de la oposición en el Congreso´´.

Por otra parte, el plenario del radicalismo analizó las consecuencias de la crisis energética y sus proyecciones en el corto y mediano plazo, y manifestó su preocupación por las ``graves consecuencias económicas y sociales´´, al destacar ``la falta de un plan estratégico por parte del gobierno nacional´´.

Por último, tras escuchar los informes de los bloques parlamentarios de diputados y senadores nacionales, ``los delegados acordaron la necesidad de dar un categórico contenido opositor al discurso político y al programa electoral de la UCR con vistas a los comicios de octubre de 2005´´.

En Córdoba, los delegados y representantes partidarios de todos los distritos del país, diputados y senadores nacionales, legisladores provinciales, intendentes y concejales, dieron continuación al debate iniciado el 31 de marzo en la Capital Federal, con vista a las elecciones del 23 de octubre.

Allí se dieron cita desde las 15, en la sede de la Casa radical de la capital cordobesa, el titular del Comité Nacional, el gobernador chaqueño Ángel Rozas, y la mesa completa de ese cuerpo; el presidente del comité de Córdoba, Carlos Becerra; el titular de la Convención Nacional Adolfo Stubrin.

También se destacaba la presencia del ex gobernador y ex precandidato presidencial Eduardo Angeloz, los senadores Mario Losada y Gerardo Morales, y los diputados Mario Negri, Fernando Montoya, y Luis Molinari Romero.

Como trasfondo de toda la jornada y centro de varias de las exposiciones de los delegados de todo el país, la intervención partidaria a Tierra del Fuego se ganó el grueso de los debates, y generó cruce de imputaciones, insultos y hasta golpes de puños entre las barras.