E
sa información sobre un presunto tráfico de influencias consignó también que el propio Gobierno había recibido el rumor de que tales versiones circulaban por embajadas importantes.Según el diario, el Presidente analizó la posibilidad de pedir que se investigue judicialmente al propio Gobierno. Pero esa posibilidad fue descartada porque sólo provocaría –se argumentó– una catarata de trámites judiciales sin sentido y sin dirección.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se comunicó con los embajadores de Estados Unidos, Alemania, Francia y España para preguntarles si ellos contaban con un solo dato preciso.
Varios embajadores le respondieron al jefe de Gabinete que no tenían 'constancia' de esas versiones, pero uno de ellos fue más explícito y le señaló que conocía 'lo que se publicaba'.