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También sumó a su reclamo el fin de la impunidad por los atentados a la Embajada de Israel y de la Amia, los sobresueldos a a ex funcionarios, el escándalo de las coimas en el Senado nacional, la explosión de la fábrica militar de Río Tercero y el caso de las narcovalijas transportadas a Madrid en un vuelo de Southern Winds.

Blumberg también instó a respetar ``las garantías constitucionales para todos sin distinción de ideologías´´, pero se pronunció contra ``el abolicionismo del derecho penal que encarnan (los miembros de la Corte Suprema Raúl) Zaffaroni y (Carmen) Argibay´´.

``Pretenderían la derogación del derecho penal´´, sostuvo Blumberg en un crítico discurso en el que también cuestionó a la clase política y le pidió al presidente Néstor Kirchner que remita el proyecto de ``modificación de la ley de prescripción de causas penales para que el Congreso lo sancione rapidamente´´.

En similar línea, aseguró que ``entre todos y con la fuerza del voto democrático vamos a cambiar esta situación de inseguridad e impunidad´´.

Acompañado por decenas de familiares de víctimas de la inseguridad, Blumberg una vez más se puso al frente del reclamo de justicia en un palco montado en las escalinatas del Palacio de Tribunales, donde momentos antes del acto mantuvo una audiencia con el titular de la Corte Suprema, Enrique Petracchi.

Blumberg, cuando al lluvia era más copiosa, cuestionó que a más de un año de la multitudinaria marcha que encabezó el primero de abril del año pasado tuviera que reiterar la demanda de los puntos que presentara entonces, orientadas al cumplimento efectivo de las penas, al declaración de emergencia del Poder Judicial y la publicación de las sentencias dictadas por cada magistrado.

Además, planteó la necesidad de revalidar los cargos de jueces y fiscales, implementar un régimen disciplinario para los magistrados, la implementación de las normas ISO9000 para los juzgados y ``el respeto por las garantías constitucionales, pero no al abolicionismo´´.

Al mismo tiempo se preguntó ``qué pasó con el Plan Nacional de Justicia anunciado el 19 de abril de 2004´´ cuando aún era ministro de Justicia, Gustavo Beliz, y a pocas semanas de la conmoción pública que causó el secuestro y asesinaro de Axel Blumberg y de la consecuente marcha que su padre convocó al Congreso.

``Los políticos deben entender que están para gestionar y pensar políticas de estado y no en su próxima elección´´, exclamó Blumberg en una de las frases que generó uno de los mayores abucheos de la gente, a la que la lluvia había obligado a guarecerse debajo de paraguas y capas.

Como hizo en otros de sus discursos, Blumberg reiteró su compromiso con las consignas que eleva en cada una de las marchas y respondió a sus detractores: ``Algunos dicen que a Blumberg lo opera el Gobierno. A mí no me opera nadie´´.

Junto a Blumberg -como ya es costumbre cargando en todo momento una gruesa carpeta- subieron al palco Pompeya Gónez, madre de Cristian Schroeder y Susana Garnil, madre de Nicolás Garnil, entre otros integrantes de la Fundación Axel Blumberg.

También lo acompañaban familiares de las víctimas Diego Peralta, Roberto Gramajo, Andrés Balmaceda, Emilce Peralta, María Ester Cromanese, Norma Peroña, Andrés Funes y del soldado chaqueño Mauro Ramírez.

El acto convocado para las 19 comenzó media hora más tarde, lo que permitió sumar más concurrentes a la Plaza portando velas, fotos de las víctimas de la inseguridad, y pancartas en reclamo de justicia y fin de la impunidad.

Momentos antes de salir ante la muchedumbre, Blumberg fue recibido por Petracchi, a quien le presentó un nuevo petitorio con diez medidas para agilizar el servicio de justicia, y anticipó que el mismo contenido remitirá al Gobierno y al Congreso, para que se amplíe el presupuesto que de destina a la Justicia, conforme a los estándares internacionales.