L
a presidenta del Banco Nación, Felisa Miceli, deberá declarar mañana lunes ante el juez federal Norberto Oyarbide, que investiga el saqueo de cajas de seguridad de la casa matriz de la entidad, situada frente a la Casa de Gobierno y a metros de la sede central de la SIDE.La información fue suministrada a DyN por fuentes judiciales que dijeron que, además, el juez interrogará a los cuatro damnificados por el robo, que fue descubierto el viernes pasado.
Oyarbide dispuso una serie de medidas de prueba entre las que figura el interrogatorio a Miceli, convocada para mañana a los tribunales federales de avenida Comodoro Py 2002 de esta capital, en calidad de testigo.
Asimismo el juez dispuso la urgente remisión de una pericia de rastros efectuada por la Policía Federal.
El secretario federal Carlos Leiva anoche, en el juzgado a cargo de Oyarbide, la nómina del personal del banco del área de seguridad y de los empleados con acceso a las cajas, ya que "todos van a ser investigados".
El Banco, en tanto, inició un sumario interno por el episodio y "con carácter urgente" deberá remitir a los tribunales la reglamentación normativa del sistema de cajas de seguridad, dijeron las fuentes.
Hay, además, una serie de videos que registran el movimiento el banco que serán analizados por los investigadores.
Oyarbide explicó que "todos los empleados" están bajo investigación por el robo y señaló que Miceli fue convocada a declarar por ser "la máxima responsable" del banco, que debe "responder sobre los mecanismos de seguridad".
Consultado sobre la suma robada de dos de las cuatro cajas, dijo que se trataría de "120 mil dólares" en una y "40 mil euros" en la restante, aunque poco después pidió cautela al respecto ya que la cifra aún no fue precisada.
"Vamos a escudriñar hasta el fondo para ver qué es lo que logramos obtener", dijo el magistrado, y recalcó: "En el plano de sospecha están todos, del primero al último, no escapa a nadie (...) Van a ser todos investigados".
El saqueo de cajas se produjo en la bóveda situada en el segundo subsuelo de la sede central del Nación, situada en Bartolomé Mitre y 25 de Mayo, frente a la Casa Rosada. Fue una cliente de la entidad quien descubrió el viernes que la cerradura correspondiente a su casilla había sido violentada.