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El que presume es el Estado, no la gente', dijo a DyN el padre Alberto Bochatey, director del Instituto de Bioética de la Universidad Católica Argentina (UCA), tras conocerse la aprobación de la norma que establece que toda persona es donante potencial, salvo que manifieste lo contrario.La postura eclesiástica abre otra polémica con el ministro de Salud, Ginés González García, su principal impulsor, quien estimó que la ley 'favorecerá la equidad y puede salvar muchas vidas'.
El padre Bochatey subrayó que 'la figura del donante presunto me parece éticamente rebatible', aunque aclaró que 'está a favor de la muerte encefálica y es donante de órganos y de cuerpo'.
Por su parte, Rubén Revello, coordinador del mismo Instituto de la UCA, precisó que 'la Iglesia católica no sólo no se opone a la donación de órganos sino que la favorece'.
'La donación debería ser un acto 'consciente y libre' y que de ninguna manera utilizar la compulsión', argumentó para cuestionar la ley sancionada esta noche.