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a frase, consignada por LA NACION el 8 de mayo de 1997, tiene más de siete años y la autora es hoy la primera dama del país, aunque en aquella época era senadora nacional por Santa Cruz y no por el más populoso distrito de Buenos Aires: Cristina Fernández de Kirchner.La paradoja del caso es que en mayo de 1997 la Legisladora había sido desplazada de todas las comisiones que integraba en la Cámara alta por orden del jefe de la bancada justicialista, el entrerriano Augusto Alasino.
Aquel incidente fue el preludio de su expulsión del bloque oficialista, que tantas veces Cristina Kirchner se encarga de recordarles a muchos de sus colegas que hoy visten ropas kirchneristas pero que, en ese entonces, eran fervientes menemistas.
Lo que la primera dama no explica es que el proyecto que sus compañeros de bloque querían votar tenía muchas similitudes con el que ahora, desde la presidencia de la Comisión de Asuntos Constitucionales y con el agregado de ser la esposa del presidente Néstor Kirchner, logró aprobar a marcha forzada en el Senado y pretende que Diputados convierta en ley pasado mañana.
En los archivos de la Cámara alta aún consta el expediente que generó el debate en segunda revisión del Consejo de la Magistratura en 1997. Según pudo constatar LA NACION, allí hay un proyecto de Alasino que pretendía integrar el cuerpo con 15 miembros.
Según recordó en diálogo con el diario Perfil la líder de ARI, Elisa Carrió, el PJ había considerado en un momento la posibilidad de conformar un Consejo de 13 miembros con el mismo esquema que ahora propone la senadora Kirchner: seis representantes del Parlamento sin lugar para las terceras minorías.
"La senadora Kirchner apoya en aquel momento a los senadores de la oposición. Se diferencia de su bancada para oponerse a lo que ahora impulsa", agregó Carrió.
La crónica de aquella crisis muestra que la resistencia de Cristina Kirchner le impedía al PJ imponer su criterio. "Queremos ver si la senadora cambia de actitud", advertían sus compañeros. Finalmente, ocurrió.