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Esa visita se logró después de laboriosas negociaciones para evitar que Argentina quedara fuera de la gira internacional del del líder campesino, que ganó las elecciones con más del 50 por ciento de los votos.

Desde el altiplano llegan al Río de la Plata unos 5,5 millones de metros cúbicos diarios, que permiten suplir la falta del fluído producto de la ausencia de exploración minera desde la privatización de la empresa petrolera.

Ya antes de resultar electo, Morales había anticipado que el precio del gas que Bolivia exporta a la Argentina no podía continuar en los bajos niveles actuales.

Sucede que ese ``precio solidario´´ que Bolivia tiene para la Argentina está muy por debajo de los valores internacionales y no se condice con la situación de los propios bolivianos: muchos de ellos no tienen acceso al gas.

Además, existe la sospecha de que Argentina triangulaba hacia Santiago de Chile el fluido pagado a bajo precio a La Paz.

Un día después, Kirchner viajará a Brasilia donde se reunirá con Lula da Silva para avanzar en las negociaciones que permitan mejorar las condiciones comerciales para ambos países.

El diálogo entre Kirchner y Lula estará sobrevolado por las negociaciones entre Uruguay y Estados Unidos para avanzar en un acuerdo comercial por fuera de Mercosur, que puso reparos a la incorporación al Area de Libre Comercio de las Américas (Alca).

El jueves se sumará Chavez a la reunión, que se convertirá en tripartita, y analizará los pasos tendientes a fortalecer el bloque regional y la política energética y de hidrocarburos parsa la zona.

El domingo 22 Kirchner viajará a La Paz para participar de la asunción de Morales, que logró llegar al gobierno boliviano con un apoyo popular que no tuvo antes ningún mandatario de ese país.