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La decisión fue adoptada por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Economía. Sucede que en el Gobierno sospechan que ese tipo de operaciones pueden derivar en maniobras especulativas.

La nueva norma le indica al Mercado de Liniers que "arbitre los medios necesarios para que los consignatarios habilitados, y que operan bajo su concesión, se abstengan de celebrar las denominadas 'ventas al oído' o 'ventas particulares' o 'ventas directa'.

La medida deberá comenzar a cumplirse a partir del 27 de marzo y por espacio de 60 días, abarcando a cualquier tipo de operación que no se realice mediante remates públicos.

La decisión no es improvisada. Se adoptó luego de que una comisión de funcionarios de la CNDC inspeccionara durante la última semana todo el sistema de comercialización que funciona en el Mercado de Liniers.

De acuerdo a lo observado por los inspectores de la CNDC existen dos tipos de adjudicación del ganado en pie: uno es la subasta pública y el otro el denominado "venta al oído".

En el primero de los casos la venta se realiza a la vista y se resuelve el precio públicamente con presunción de transparencia entre compradores y vendedores. En cambio en el segundo existe un acuerdo entre compradores y consignatarios, donde no se utiliza el sistema de subasta sino que el precio acordado queda manifestado al registrarse la operación.

"Presumiblemente este procedimiento permitiría realizar maniobras especulativas con el precio frente a tendencias a la suba, mientras que podría ser utilizado para sostener el precio frente a tendencias a la baja, con lo cual existe la razonable presunción de conductas anticompetitivas", consideró el Ministerio de Economía mediante un comunicado de prensa.