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a causa Fernanda Aguirre en la jornada de ayer, nuevamente fue noticia habida cuenta del amplio operativo dispuesto por el juez de Instrucción Héctor Toloy que ordenó excavar un terreno de 10 metros por 10 metros del cementerio local. El magistrado recibió en los últimos días un par de llamadas telefónicas de un aparente trabajador de la necrópolis que estimaba que con sus aportes podría permitir realizar una serie de procedimientos en la causa Fernanda Aguirre, sin embargo y pese a secuestrar varias piezas óseas no hubo mayores expectativas sobre los resultados de las pericias forenses y genéticas.

En concreto la información acercada a Toloy revelaba que cinco noches posteriores al secuestro de Fernanda, acontecido el 25 de julio de 2004, se registró el ingreso de un Ford Taunus color verde. Según el relato del aparente testigo, dos ocupantes se bajaron en la noche y arrojaron dos bolsas grandes con elementos pesados a una fosa común que se había habilitado para colocar residuos patológicos y los restos de los cadáveres en descomposición que tras el paso de varios años, cuyos familiares no regularizan la situación administrativa en el cementerio.

El juez con algunos elementos probatorios y a fin de afirmar la hipótesis o descartarla, decidió avanzar en la excavación del terreno.

El procedimiento ordenado estableció cavar con una máquina retroexcavadora 10 metros cuadrados por una profundidad de tres metros hasta llegar a descubrir los féretros. En la versión dada al juez, las dos bolsas podrían haber sido arrojadas sobre los cajones.

Personal de la Dirección Investigaciones, de Homicidios, Bomberos Zapadores, Médicos y enfermeros forenses participaron del operativo que fue seguido de cerca por el jefe de Policía Roberto Massuh.

El terreno a explorar se encuentra en la parte posterior de la necrópolis, cerca de las tumbas y a poca distancia del nuevo tapial construido que linda con el arroyo Antoñico y el barrio Las Flores.

La maquinaria rápidamente excavó el terreno marcado y entre la tierra semihúmeda comenzaron a aparecer huesos de todo tipo. Los forenses se percataron que eran antiguos por lo que no fueron secuestrados.

Otro momento de examen se produjo cuando se localizó una bolsa de consorcio negra que contenía varias piernas. Se informó que eran partes de restos patológicos de algún nosocomio de Paraná y que nada tenían que ver con la causa Fernanda Aguirre.

La actividad terminó con la ubicación de otra bolsa en cuyo interior se localizó una gran cantidad de huesos de distintos tamaños. Estos restos óseos sí fueron enviados al laboratorio de Genética del Superior Tribunal a fin de cotejarlos con elementos de la menor secuestrada y desaparecida de San Benito. En la bolsa, también se ubicó una media que iba a ser peritada. Finalmente se indicó que en la mañana del martes continuaría la excavación con el fin de chequear las paredes de tierra y verificar la posibilidad de encontrar algunos otros elementos que puedan llegar a ser de interés para la causa. Fuente: Uno