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on respecto a las causas por las que el hombre descargó toda su ira contra la víctima desde la Policía se indicó que de acuerdo a algunos dichos y los primeros datos recolectados, Antonio Luque habría sufrido en la noche anterior el robo de la totalidad de los electrodomésticos, ropa y otros elementos de valor del interior de su casa ubicada en el barrio San Gabriel. El embarcado se encontraba en su vivienda cuando, Cristian Pereira pasó por el lugar y comenzó a gritarle algunas expresiones que habrían sido el detonante del ataque. La investigación tendría en claro que el muchacho se le habría burlado por el hecho y tras anunciarle que nunca más encontraría los valiosos objetos robados, le habría notificado ser el autor del ilícito.Siempre partiendo de la información policial, Luque buscó un hierro grueso, hechizo utilizado para calzar las embarcaciones de pequeñas dimensiones y sin mediar palabras lo persiguió hasta lograr reducirlo a golpes.
Los 31 centímetros de largo del caño por seis de diámetro cayeron con irracionalidad sobre la cabeza y espalda, y la punta de un hierro “del 8” le produjo lesiones terribles en la zona craneal.
Más tranquilo y cansado, el embarcado llamó a la Policía e informó de lo sucedido. Volvió a su casa donde esperó a los uniformados y tras contar algunos pequeños detalles no opuso resistencia para el traslado a Tribunales.
El juez de Instrucción en feria, Ricardo Rodríguez, dispuso alojar al imputado en la Jefatura de Policía de Colón y luego de caratular inicialmente la causa como Homicidio simple dispuso convocar a vecinos, quienes aportaron algunos testimonios que aseveraron la posible emoción violenta sufrida por el detenido. la Policía de Colón informó que el joven asesinado tenía un frondoso prontuario. (Diario Uno)