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NA).- Momentos de conmoción se vivieron en el hospital santiagueño Ramón Carrillo cuando una enfermera alertó a la policía sobre la presunta presencia de la adolescente Fernanda Aguirre en la sala de maternidad del nosocomio. Luego se comprobó que no se trataba de la menor desaparecida en Entre Ríos en julio de 2004.La menor protagonista involuntaria de la confusión es una adolescente de 16 años oriunda de la localidad de Rosario de Lerma que había dado a luz a su primer hijo el día anterior.
Tras conocerse la versión sobre el presunto hallazgo de Fernanda Aguirre, efectivos de varias dependencias se dirigieron hacia el centro asistencial. Una de las comisiones estuvo al frente del propio jefe del Departamento de Investigaciones de Jefatura de Policía, comisario Francisco Medina.
Ante la supuesta presencia de Fernanda en el Hospital Regional de Santiago del Estero también se presentó en la sala de maternidad del nosocomio una delegación de la Policía Federal Argentina.
Los uniformados realizaron rápidas averiguaciones sobre la joven que tendría un parecido con Fernanda Aguirre, desaparecida desde el 25 de julio de 2004, cuando fue secuestrada en San Benito.
El comisario Medina se entrevistó con la paciente y de inmediato descartó que se tratase de Fernanda. La chica era una adolescente oriunda del departamento Jiménez.
La menor santiagueña había sido, el día anterior, madre primeriza de un varón, fruto de su relación desde hace dos años, con un joven, de 21 años.
Esta semana se supo que una enfermera aseguró haber visto a una muchacha, que para ella era Fernanda, a la que recuerda embarazada y en compañía de dos hombres. Precisó que uno de ellos tenía un problema en un ojo, el cual se veía completamente blanco.
Al entrevistarse con la policía, esa mujer brindó todos los detalles que recordaba mientras que también aportó datos que sirvieron para la confección de retratos de las personas que supuestamente iban con la muchacha.
Luego trascendió otra versión de que la niña habría sido "comprada" por un grupo de gitanos del norte argentino, lo cual para María Inés Cabrol, la madre de Fernanda, "es poco creíble".