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scenas de verdadero dramatismo y desconsuelo se vivieron ayer de tarde en la ribera de Diamante, en el sector conocido como Zona de Los Bretes, donde, para mitigar el tremendo calor de la siesta, un grupo de jóvenes, varios de ellos quinceañeros, decidieron tirarse al río, sin percatarse quizá de que a muy pocos metros de la orilla un bravo remanso y una repentina caída de 17 metros se transformaría en una trampa mortal.El lugar está ubicado a poca distancia del campo en donde se realiza anualmente el Festival de Doma, Jineteada y Folclore, y también a una corta distancia de la zona de Punta Gorda. No muy lejos de este lugar, en el sector que los diamantinos conocen como Puerto Viejo, vive este grupo de adolescentes que llegaron caminando ayer y a las 15 se empezaron a desesperar, cuando tres gurisas gritaban por auxilio, mientras eran tragadas por el traicionero remanso del río.
Uno de los pibes que las acompañaban arriesgó su vida para salvar a una de estas chicas, de apellido Ortega, pero su esfuerzo no alcanzó para poder rescatar a las otras dos, quienes en cuestión de segundos desaparecieron de la superficie del agua.
Una de las infortunadas era Belén Ortega, de 14 años, hermana de la que sobrevivió a la tragedia, y la otra desaparecida es María Johana Santamaría, de 15 años.
Apenas cuando algunos de los integrantes de este grupo de chicos pudo pedir auxilio, varios lugareños abandonaron el letargo de la pesada siesta y corrieron con la esperanza de poder hacer algo, mientras los demás buscaban el apoyo de personal policial y de Prefectura.
Un par de horas después, ya casi sin esperanzas de lograr encontrar a alguna de las dos jóvenes con vida, una lancha de Prefectura, otra de la Brigada de Abigeato y tres buzos tácticos de la Policía de Entre Ríos buscaban intensamente en la zona donde se las vio por última vez.
Llamativamente, cuando los buzos ingresaron al agua, pudieron dar fe de la peligrosidad de la zona para quien se arriesgara como bañista, ya que, al hacer no más de tres metros desde la costa, cayeron abruptamente a una profundidad de entre 15 y 17 metros, de acuerdo a la medición que posteriormente hizo personal de Prefectura desde la embarcación.
La zona es visitada por amantes de la pesca deportiva, pero quienes conocen la naturaleza del lugar no suelen arriesgarse, pues reconocen la fuerza de los remansos. (El Diario)