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astante revuelo se produjo ayer, a las 7.30, cuando varios patrulleros interceptaron el paso de un coche particular en el que iban dos personas que acababan de protagonizar un hecho violento frente a la disco Creams, en Paraná. De acuerdo a la versión oficial, el hecho empezó a tornarse violento cuando un joven de 19 años llegó a la entrada del local y golpeó a Rubén Prinsich, uno de los denominados patovicas que resguardan el acceso al local.Supuestamente, y según las versiones, el supuesto agresor, que luego fue identificado como de apellido Biter, habría sido echado en horas mas tempranas del interior del boliche, por lo que piensan que pudo regresar para tomarse revancha.
Al ver como su compañero resultaba golpeado, otro empleado del acceso habría actuado de inmediato, empujando al golpeador hasta hacerlo caer rodando en la vereda.
Justo en ese momento, un tal Marcelo Fischer, que nada tenía que ver con los contendientes y que sólo buscó levantar al joven del suelo, quedó helado, al ver que alguien le apuntaba con un arma, mientras le profería amenazas, por lo que trató de excusarse diciendo que quería ayudar y se quedó al margen.
AMENAZAS. Inmediatamente luego, el que empuñaba el arma —que luego trascendió oficialmente que sería el padre del joven que golpeó al patovica— y el echado, subieron a un automóvil y se alejaron del lugar. Pero para ese momento, el Comando Radioeléctrico ya había sido alertado e interceptó el coche, en la esquina de calles Salta y Uruguay, donde, tras algunos forcejeos y oposición a ser revisados, se encontró en posesión del conductor, quien sería un efectivo de la Policía Federal, una pistola Bersa calibre 380, con ocho proyectiles con punta hueca.
Informado de este detalle, el juez Jorge Barbagelatta ordenó que ambos fueran encarcelados en la Alcaidía, a la espera de ser indagados por los cargos de resistencia a la autoridad, amenazas calificadas por uso de arma e infracción a la ley de armas, además de Lesiones en la persona de Prinsich.(Fuente: El Diario)