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urante los últimos tres meses 25 automóviles se quemaron en Paraná, de los cuales 15 fueron incendiados intencionalmente según los datos otorgados por los expertos en siniestros a la Policía.
El último caso ocurrió durante la madrugada del viernes, cuando desconocidos incendiaron un Renault 18 blanco propiedad de Gustavo Daniel Suárez. El rodado, que sufrió daños totales, estaba estacionado en calle 1º de Mayo.
Los investigadores policiales destacaron que el problema se agudiza durante los fines de semana, especialmente durante las madrugadas del sábado y del domingo, cuando se produce el mayor movimiento de personas.
La mayoría de los ataques guardan cierta similitud, como la hora de acción de los vándalos –entre las 2 y las 7– y el ataque sin motivo, casi siempre a gente de trabajo que deja el automóvil estacionado en la calle.
Según las estadísticas la amplia jurisdicción de la comisaría cuarta lleva la delantera en autos quemados. En el 70% de los casos los vándalos roban y prenden fuego a los autos para no dejar rastros, mientras que el porcentaje restante sólo lo hace en busca de “diversión o broma de mal gusto”. Según fuentes policiales, hasta el momento no hay detenidos por los 15 casos intencionales.
Pese a esto, se dispuso ampliar las recorridas, intensificándose en los barrios especialmente afectados de modo de controlar e identificar a grupos de personas que se concentren en las esquinas o se comporten en forma sospechosa.
En relación a los restantes autos siniestrados, es decir 10, Bomberos Zapadores de la Policía informó que ocurrieron por cortocircuitos o fallas mecánicas. Lo más importante también es que ninguna persona resultó lesionada.
Las autoridades de Bomberos Zapadores indicaron que es más que llamativo y sospechoso cómo por temporada se concentra este tipo de incidentes, donde los mayores problemas lo tienen los barrios con jurisdicción en las comisarías cuarta, quinta y novena.
“Desde noviembre tuvimos más trabajo de la cuenta con los hechos intencionales en automóviles en Paraná, y desde esa altura del año pasado, los números reflejan que a la cuestión no se la pueda dramatizar, pero es sospechoso y llamativo”, se expresó por último a UNO desde los peritos en incendios.
Las autoridades de Bomberos Zapadores destacaron que los hechos intencionales son ejecutados con elementos de alto poder combustivo que producen un daño rápido e importante.
Pirómano y despechado sentimental
Consultadas las autoridades de la comisaría cuarta, indicaron que por testimonios de testigos en los hechos producidos, se logró imputar a una persona mayor de edad que podría ser considerado un pirómano.
Llamativamente, en coincidencia con su imputación, desde ese momento disminuyeron los casos de ataques a vehículos.
El sospechoso vive en la zona de calles Randissi y Loyola, y por los datos obtenidos tendría directa relación con un par de incendios intencionales. Se supone que el pirómano podría padecer algún problema mental.
En tanto, se aclaró que en otro de los casos investigados se llegó a determinar que el incendio lo efectuó un muchacho despechado. Al saber que su novia lo podría haber abandonado por otro hombre, no tuvo mejor idea para descargar su furia pasional, que incendiarle el auto. (Fuente: Uno)
