L
os empresarios denunciados por las autoridades del hospital neurosiquiátrico Antonio Roballos se acercaron ayer a UNO para informar que no cometieron ningún acto irregular en la venta de mercadería al nosocomio público.Carlos Salcedo y Carlos Sabbioni no ocultaron su malestar con la directora del Roballos, Alicia Alzugaray, autora de la denuncia en la comisaría 14ª. Como se recordará la funcionaria consideró anormal que en la compra de tomates triturados apareciera en la etiqueta el sello Prohibida su venta.
Los empresarios hicieron conocer su disgusto “con la denunciante, que en un obrar producto de un celo desmedido en el contralor, ha incurrido en un error de interpretación que a criterio de la empresa no figura anomalía alguna, pero que produce un enorme daño comercial, dado que en la mercadería solamente está impreso: Prohibida su venta, y no está identificada con ningún organismo ni plan social”, enfatizó Salcedo.
Detalló que la empresa con domicilio en calle Provincias Unidas al 1500 “opera exclusivamente como proveedora institucional de la Jefatura de Policía, Escuela de Policía, hospital Palma, Consejo Provincial del Menor, escuela Almafuerte, escuela Las Delicias, escuela Magnasco, escuela Héroes de Malvinas, Municipalidad de Paraná, Banco Bersa y PAMI entre otros organismos”. Pero además hicieron notar que “no realiza ventas a comercios”.
Los comerciantes señalaron que “partiendo de la base de que ningún organismo comercializa productos, la leyenda mencionada configuraría una ventaja y no una anomalía. Se ejemplifica que la comuna de Paraná, en sus llamados a licitación, establece como un requisito la obligatoriedad de la leyenda mencionada”. Confiaron que al Roballos le habían entregado dos cargas de la mercadería en cuestión con la misma leyenda y características de la objetada sin que mediara reclamo. Incluso precisaron que sucedió tal cosa “bajo los números de facturas 3.204 y 3.331 por un total de 82 unidades”. (Fuente: Uno)