U
n joven de 19 años denunció el sábado, en la fiscalía de turno de los Tribunales de Paraná, un hecho que, según sus dichos, “ocurrió el viernes a las 22, cuando iba en mi motocicleta por calle Enrique Carbó y tras encontrar varios semáforos en onda verde, giré por avenida Ramírez y me di cuenta de que me seguía un patrullero, el que se me cruzó adelante y me obligó a detenerme”, comenzó relatando Mario Alberto Cabrera. “Yo venía de la casa de mi hermana y si bien venía con algo de velocidad, no transgredí ninguna obligación de detenerme, ya que los que han transitado por Carbó saben que existen semáforos que permiten transitar con esa onda verde en determinado momento”.“No me explico si me confundieron con alguna otra persona o qué pasó, si es que actúan siempre de esa manera. Yo les explicaba que tenía mi documentación y la de mi moto, una Motomel 110, pero el que me tenía contra la pared, con las piernas abiertas, me estrellaba la cabeza contra el cemento y por eso me quedó la frente lastimada. También me golpearon en una pierna y todo sin sentido alguno, porque yo estaba totalmente en regla”, dijo el joven.
Cabrera relató además que “mientras esto pasaba, uno de los policías de esa patrulla, que tenía el número 499 pintado en el auto, empezó a solicitar que viniera alguien de Tránsito Municipal para que me hicieran una multa, finalmente llegaron y me hicieron una multa sólo porque ellos se lo dijeron. Como si fuera poco, otro de los que estaban en ese mismo patrullero me decía que yo era caco y que ya me iban a encontrar de nuevo”.
Finalmente dijo que “todo volvió a la normalidad cuando llegó un policía que —según se presentó— era oficial y se diferenciaba de los demás por un rombo plateado en su jerarquía a diferencia de jinetas amarillas de los otros. Fue el que normalizó la situación y ahí me pude ir, golpeado y lastimado. Tengo testigos de esto que me pasó y no creo ser merecedor de un trato así, porque a ellos se les haya ocurrido”, concluyó. (Fuente: El Diario)