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Moia informó aque “desde aquel 5 de julio de 2005 nada se supo de quiénes fueron los autores de semejante hecho”. El directivo recordó que “la Policía estableció que dos poderosos explosivos fueron colocados, los cuales produjeron una onda expansiva que destruyó gran parte del frente e interior de la casa de más de 100 años y afectó obras y ornamentos artísticos valiosos”.“Pero lamentablemente con el paso del tiempo aún no hemos recibido ninguna explicación concreta. Para lo único que sirvió el atentado fue para reflejar la gran solidaridad de la ciudad y de la comunidad con nuestra entidad”, enfatizó, para aclarar que “en la investigación quedó plasmado que nadie tenía problemas, no había juicios laborales y no existían elementos para dudar de alguien”.
Dicho esto, Moia descartó de plano la posibilidad de un autoatentado. “No entra en la cabeza tal situación, y eso lo puede llegar a plantear algún trasnochado”.
Más adelante, reseñó que “gracias a la gran colaboración de la comuna y otras entidades, hoy prácticamente no se nota el deterioro”.
Sobre la marcha de la investigación en el Juzgado de Héctor Toloy, señaló que “tanto él, como el juez (Gustavo) Maldonado nunca nos han dado una palabra, porque creo que nunca encontraron el motivo del atentado ni los responsables”.
La explosión destruyó el piso del salón principal de fiestas, las centenarias puertas fueron arrancadas, además se afectaron notoriamente los vitró y otros cuadros antiguos, como también muebles. (Uno)