L

amentablemente siguen siendo noticia de primera plana los accidentes de tránsito con saldos fatales en nuestra provincia. Después de un fin de semana con varios muertos que pasan a engrosar las estadísticas que ya superaron holgadamente el centenar, ayer otro accidente enlutó la ruta 11, en jurisdicción del departamento Victoria, en el que fallecieron dos religiosas.
Según fuentes policiales, el hecho se produjo aproximadamente a las 12.50, sobre la ruta 11, en la zona de ingreso a Puerto Esquina, jurisdicción de la comisaría Rincón Sud, casi al límite con el departamento Gualeguay.
En ese lugar, por causas que se tratan de establecer, colisionaron un camión Mecedes Benz 1633, con acoplado tipo cisterna y una camioneta Toyota Hilux, en la que viajaban religiosas de una congregación de Feliciano.
El transporte de carga, perteneciente a la empresa Ode, era guiado por Carlos Branch Valderrama, de 50 años, domiciliado en Santa Fe; en tanto la camioneta era conducida al momento del accidente por Mariela Alejandra Acosta, de 41 años, quien sólo sufrió lesiones leves y que era acompañada por Leticia Benedetich, de 40, hermana Superiora del Hogar Madre Antonia Cerini de San José de Feliciano, que también sufrió politraumatismos superficiales, a diferencia de las monjas Aurora Alzugaray, de 68 años, la que debió ser atendida por fracturas de costillas y muñeca izquierda; Justa Dina Brugo, también de 68 años, que padeció fracturas múltiples de costillas y fractura de cráneo, y Magdalena Perrone, de 78, quien fue internada de urgencia con fracturas de costillas, fractura de cráneo en parte facial y lesiones graves en sus piernas.
Perrone dejó de existir un par de horas después del accidente, pese a que se extremaron todos los recaudos para asistirla en un centro hospitalario.
Quien también fue derivada en gravísimo estado al Hospital San Martín de Paraná fue la hermana Brugo, quien lamentablemente no pudo resistir las graves heridas en su cuerpo y dejó de existir poco después de las 19.30 en la sala de terapia intensiva.
Según trascendió, las religiosas pertenecen a la Congregación San Antonio de Padua y circulaban en sentido sur norte sobre la ruta, cuando se enfrentaron, por razones que ahora son motivo de investigación, casi en forma frontal con el camión que venía circulando en sentido contrario. El impacto arrasó la parte delantera izquierda de la camioneta, afectando seriamente a las personas que viajaban de ese lado como pasajeras, logrando sobrevivir sólo por centímetros al mayor grado de impacto la conductora de la utilitaria.
OTRA MUERTE. Pero no fueron las únicas víctimas fatales de los accidentes ruteros, ya que también ayer, luego de 12 días de agonía falleció un hombre que había resultado gravemente lesionado en un accidente de tránsito en el acceso a la localidad de Hasenkamp, en el departamento Paraná. Se trata de Juan Carlos Ribotti, quien había sido internado en terapia intensiva luego de ser colisionado el 6 de julio.