S
e trató de Miriam Ema Seró, viuda de Sandoval de 72 años, dueña de la casa, quien había recibido la visita de Oscar Duarte, un hombre de 75 años domiciliado en Buenos Aires, con quien mantendría una relación desde hacía un considerable tiempo.Según trascendió, Duarte habría llegado de Buenos Aires con su familia, pero en horas del mediodía del lunes salió con la aparente intención de llevar a lavar su Peugeot 306 blanco, con el cual concurrió al lavadero de la cárcel.
Con el correr de las horas y ante el no regreso de su padre, los hijos comenzaron a preocuparse, por lo que dieron aviso a la Policía. Ya en horas de la noche, los uniformados habían descubierto que el auto había sido estacionado en calle Almafuerte al 900, pero nada se sabía de su conductor, por lo que se temió pudiera tratarse de un secuestro.
Las averiguaciones llevaron a establecer que Duarte ya había ido a ese lugar en otras ocasiones para visitar a la dueña del inmueble, por lo que durante la madrugada de ayer se llamó a la puerta de la casa, sin obtener respuesta desde su interior, como tampoco a los llamados telefónicos.
Esto motivó a que se dispusiera una vigilancia del lugar, permaneciendo también los propios hijos del septuagenario buscado.
La Policía, con la cooperación de una hija de la dueña de casa, logró ingresar a la casa, encontrándose con los cuerpos.
En una de las habitaciones, tirada en el piso, se encontraba Seró, en tanto que sobre la cama yacía Duarte. En el lugar había una estufa del tipo infrarrojo, la cual habría sido el motivo del desvanecimiento de la infortunada pareja y su posterior deceso.
La noticia conmocionó al vecindario y provocó la desazón de los familiares que aguardaban angustiados en la calle. Intervino personal de Criminalística, así como médicos judicial y policial, tras lo que, la jueza Estela Natal de Rebossio ordenó el traslado de los cuerpos a la morgue del hospital de zona Justo José de Urquiza, tarea que fue realizada por personal de Bomberos, donde se practicaron las autopsias, trascendiendo que la muerte sobrevino por asfixia.