E
l procesado, de 21 años, por la muerte de un joven en Paraná fue hallado con evidentes signos de haberse intoxicado con el gas de una garrafa, y si bien fue trasladado de urgencia al hospital Fermín Salaberry, murió a poco de ingresar en el nocosomio. Por esta situación, la Justicia tomó intervención para establecer si el hecho se trató de una autodeterminación, o bien de un hecho violento.Desde el Servicio Penitenciario, se estimó que no existe, a priori, ningún elemento que haga sospechar de una cuestión violenta, sino más bien de un intento de suicidio que podría tener el desencadenante en una crisis por abstinencia. Cheíto fue procesado por el homicidio, el 25 de setiembre de 2005, de Carlos Almada, de 23 años, quien murió en calle Ascasubi de un balazo en la cabeza.
Desde la fuerza de seguridad se informó que una versión que se conoció en el penal fue que posiblemente Retamar haya intentado inhalar gas en una bolsa de polietileno, a modo de aspiración con el fin de aquietar su afinidad a los estupefacientes. El hecho se registró dentro de una sala y cocina donde los presos miran televisión.