E
n las panaderías o almacenes que aún no habían concretado aumentos en el precio de sus productos, comenzará a verificarse en los próximos días un ajuste mayor al 10% en el pan y de entre el 20 y 25% en las especialidades.Los motivos con los que sostienen la suba, se da en el incremento de entre el 15 y el 40% de las materias primas, casi el 100% en algunos gravámenes y de cerca del 20% en los servicios públicos como el gas, insumo con un valor dispuesto ahora por el gobierno nacional con retroactividad al 1 de enero. Algunos comercios ya aplicaron el ajuste y el resto, que trató de absorberlo, en estos días comenzó a readecuar valores.
En Paraná, el kilogramo de pan tiene un valor promedio de 1,70 pesos y según se estimó desde el Centro de Panaderos, el alza será sólo un poco mayor al 10%.
En la ciudad conviven precios de pan que oscilan entre la amplia escala comprendida desde 1 a 2,50 pesos. “Al peso el precio no tiene explicación, ya que a 2,40 pesos es una estimación con costos reales”, opinó el titular del Centro de Panaderos, Norberto Toso, ante la consulta de UNO. Según indicó, el aumento se fue aplicando no sólo en la capital provincial, sino en el ámbito nacional. Y explicó que la diferencia entre el pan y las especialidades se da “porque la harina no sufrió cambios, aunque sí otras materias primas como margarina o huevos”.
Impacto
Toso precisó que el aumento “no tiene mayor relevancia en la canasta familiar, ya que un argentino promedio consume 250 gramos de pan por día, por lo que el incremento representará alrededor de 2,50 pesos por mes”, reflexionó.
Asimismo, al analizar la realidad del sector durante los últimos años, el presidente del Centro de Panaderos indicó que “la industria está en un proceso que no lograr recuperar la rentabilidad. Es altamente competitiva, aunque también hay competencia desleal”, añadió. Según datos proporcionados por la entidad, el número de panaderías que operan en la capital entrerriana está estimado en casi 300 locales.
“Desde la salida de la convertibilidad, el pan no tuvo un incremento mayor al 80% o el 100%. En cambio, si se observa el cambio en otros productos sean alimenticios, de vestimenta o hasta en las propiedades, las subas fueron significativamente mayores”, añadió. “Este último ajuste significa blanquear situaciones que se vienen absorbiendo desde hace años”, remarcó el dirigente.