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l gabinete de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) es un bunker: Griselda Bellman, coordinadora de la carrera de Historia, dice que se ha visto obligada a conformar una especie de trinchera para que ese sitio, que guarda piezas antiquísimas ligadas al nacimiento de la Escuela Normal José María Torres —creada el 13 de junio de 1870 por un decreto que lleva la firma del entonces presidente de la Nación Domingo Faustino Sarmiento— no sea ocupado para cualquier cosa. Cualquier cosa en el pensamiento de esta docente sería llevar allí una oficina o instalar un aula.

La política del tabique y las subdivisiones de salones y aulas son cuestiones corrientes en las distintas unidades académicas de la Uader, y el histórico edificio de la Escuela Normal —donde está la sede de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales— no tenía por qué ser la excepción. En el último año, la cantidad de personal no docente creció de manera geométrica, y semejante cantidad de trabajadores muchas veces no encuentra lugar dónde instalarse o silla en la cual sentarse. En 2004 la Universidad Autónoma se manejó con un presupuesto de 33,9 millones de pesos pero para 2006 está proyectado un salto cualitativo, y entonces el gasto llegará a los 47,7 millones, un 40 % más. El 94 % de ese dinero se ocupa en pagar salarios, la mayoría de no docentes.

De tal forma que el gasto de la Uader casi duplicará al presupuesto de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), con mayor trayectoria académica pero igual número de alumnos, 12 mil.

Si bien se pondera la gestión de Mario Mathieu como rector de la Uader puso a la institución en carriles académicos aceptables —se podó el número de carreras, se ordenó su situación interna y se encaminó la validación nacional de la mayoría de los títulos— la queja de los docentes de la Uader apunta contra una política casi clientelar que la ha transformado, dicen, en una “unidad básica” y en lugar donde ubicar a parientes de funcionarios de esa casa de altos estudios.

Claudio Frías, docente de la Uader, acepta como “real” lo que denomina como “sobredimensamiento de la planta de personal”. Y analiza el aumento presupuestario desde este punto de vista: “El aumento de presupuesto se justificaría si hubiera fondos aceptables destinados a las áreas de investigación y extensión. Si bien hubo avances en las partidas que se dieron a estas áreas, tendría que haber mucho más. Hoy por hoy, la mayor parte de los fondos la absorben cuestiones administrativas y de docencia. Y esto es así porque hay un sobredimensionamiento en términos administrativos que no se evidencia en un mejoramiento de la eficiencia”, añade.

Blanca Benavídez, dirigente de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), advierte que en la Uader “hubo un notable incremento de la planta no docente, uno de los cuestionamientos centrales que le ha hecho el sindicato” a la actual conducción de la universidad. De todos modos, la dirigente descree de los números oficiales, “porque en este como en todos los gobiernos, los presupuestos son un blef, los números se dibujan”.

De todas formas, asegura que “llama poderosamente la atención la cantidad de horas cátedra que tiene el rectorado. Si no hay ninguna institución educativa que dependa del rectorado, ¿para qué quiere horas cátedra? Hay gasto excesivo que no se justifica. Esto siempre ha sido así y no ha cambiado: se utilizan las horas cátedra de nivel superior, que son las mejor remuneradas, para atender cualquier cosa”.

En 2003 la Uader tenía 247 empleados de escalafón general (no docentes) y en el presupuesto 2006 hay previstos 510 cargos. También la cantidad de horas cátedra tuvo una evolución parecida: de 26 mil que había en 2004 para 2006 se proyecta ocupar 36 mil horas cátedra. Los 47,7 millones proyectados se distribuirán así: 13,6 millones al rectorado; 15,5 millones irán a la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales —la unidad académica que concentra el 47 % de la matrícula total, de 11.500 alumnos—; 6,6 millones serán para la Facultad de Ciencias de la Gestión; 3 millones para la Facultad de la Vida y la Salud; y 8,1 millones para la Facultad de Ciencia y Tecnología.

Al rubro Investigación y desarrollo se destinarán 228 mil pesos, y a Extensión universitaria, 167 mil pesos.

Del total presupuestado, 44,9 millones serán para pagar salarios, con lo cual habrá inversión escasa en infraestructura, una de las necesidades más acuciantes de la Uader ya que la mayoría de las unidades académicas funcionan en edificios compartidos con instituciones que dependen del Consejo General de Educación (CGE). (El Diario) En picada LA REALIDAD DE LA UADER es diametralmente opuesta al resto de las universidades públicas nacionales que, en la última década, han visto reducido en un 36 % sus presupuestos. Así lo ha puesto de manifiesto el rector de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), Eduardo Asueta, quien ha puesto de manifiesto que por cada peso que se disponía por alumno en 1994, hoy las universidades nacionales cuentan con 33,46 centavos. Además, que el presupuesto disponible para gastos de funcionamiento e inversiones se ha reducido en 10 años en un 36,1%. Del mismo modo, la participación porcentual del presupuesto universitario en la recaudación tributaria total desciende entre 1994 y 2004 desde un 4,44 % a un 2,78 %. Si se hubiese mantenido el porcentaje de 1994, a las universidades nacionales les hubiera correspondido en el año 2004 un presupuesto de 3.238.735.384,59 pesos, lo que representa más de 1.200 millones de pesos por encima de lo asignado.