E
l público apoyo para el ex corredor de Fórmula 1 partió a principios de noviembre de boca del propio Obeid y en los últimos días había sido sostenido por el ministro de Obras Públicas, Alberto Hammerly. Ahora el que insiste con «Reutemann 2007» es el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa.
El contexto de este Operativo Clamor, como suele llamarse a estas movidas políticas, incluye un especial pedido del presidente Néstor Kirchner a Obeid para que reorganice el partido de cara a los próximos comicios de gobernador y que pusiera al frente de ese proceso a Agustín Rossi. Rossi encabezó la lista de diputados nacionales del Frente para la Victoria (FpV) que a la postre fue superada el 23 de octubre pasado por la del Frente Progresista, Cívico y Social que lideró el socialista Hermes Binner. Hoy Rossi es el titular de la bancada del FpV en la Cámara baja nacional.
A partir de esta misión, las diferentes espadas de Obeid han salido alternativamente a agrandar la figura del «Lole». Esta semana fue el turno de Rosúa, que cree que no hay otro candidato que pueda enfrentarse con chances frente al poderoso Binner, líder natural de la oposición, que volvería a competir por la gobernación en 2007 (en 2003 fue el más votado, pero lo derrotó Obeid gracias a la hoy extinta ley de lemas). «Reutemann es un candidato muy definido», afirmó al diario rosarino «La Capital».
De este modo y pese a que el PJ local no cesa de hablar de «renovación», el ministro de Gobierno de Obeid entiende que «no hay otro candidato con las características de Reutemann, que tiene su personalidad y conoce profundamente la provincia y a sus dirigentes».
•~Sentido
Y para no dejar ningún lugar a dudas, Rosúa finalizó asegurando que «el peronismo tiene un claro sentido de conservación y por eso va a elegir un candidato para ganar: «El peronismo no hace caprichos, de manera que va a optar por Reutemann, de eso no me cabe ninguna duda», aseguró.
Aun así, no se ha hecho pública todavía cuál es la postura del propio Reutemann. Igualmente no sorprende su silencio, actitud habitual en el hoy senador nacional, más acostumbrado a «hacer hablar» a sus laderos.
Lo cierto es que el lanzamiento de Reutemann debería obtener el visto bueno de K, que sigue muy de cerca la situación de Santa Fe, distrito grande donde el PJ sufrió en octubre pasado la derrota más resonante dentro de todo el país. De hecho, fue la única provincia donde el justicialismo gobernante fue vencido. Muchos llegaron a ironizar con que tal vez no se haya tratado de una derrota tan dura para el Presidente, a quien siempre se le atribuyó buen vínculo con Binner.
A su vez, Kirchner debería hacer un proceso de adaptación para digerir a Reutemann como representante del PJ, ya que si bien ambos llegaron el año pasado a una suerte de entendimiento, el santafesino cultiva un perfil demasiado independiente para el agrado del santacruceño, muy afecto a cerrar y organizar las filas bajo su total dominio.
Oficialmente, Obeid se encargó de aclarar en su momento que entre él y Kirchner «hubo acuerdo en que el senador (Reutemann) participó activamente en la campaña y puso todo su esfuerzo para ganar», y lamentó que «alguna usina de rumores pretenda confrontaciones entre Reutemann y el gobierno nacional». (Ambito Financiero)
