E
l holding que pilotea Sergio Taselli —el dueño de Aceros Zapla, el ferrocarril Roca y la ex Parmalat, entre otras compañías— decidió retirarse del negocio energético de Catamarca y, tras una rápida negociación, le vendió el 39% de la distribuidora al grupo que controla las eléctricas de Salta, San Luis y La Rioja.Con la compra del paquete minoritario de Edecat, el grupo Emdersa —que comandan los hermanos Martín y Enrique Ruete Aguirre y el fondo norteamericano Nextar— logró posicionarse como uno de los principales jugadores del negocio energético del NOA, con algo más de 600.000 clientes y una facturación anual superior a los $ 320 millones.
La salida de Sergio Taselli de Catamarca se registra en medio de la fuerte pelea familiar que mantiene con su hermano Alberto por el control de las empresas del grupo. Desde el año pasado, el 60% de Edecat quedó bajo el mando de Alberto Taselli, quien está muy cerca de cerrar una nueva renegociación contractual con las autoridades provinciales.
El ingreso del grupo que dirigen los hermanos Ruete Aguirre se concretó con la compra de las acciones de Edecat que controlaba Sergio Taselli, a través de las firmas Suge S.A. y Enercon S.A.
Tras el retiro de Edecat, al grupo de Sergio Taselli sólo le quedan en el sector eléctrico el manejo de la distribuidora de Formosa (Edefor) y las participaciones minoritarias en Transnea, Transnoa y la central Sorrento.
En el caso de Edefor, el grupo está a la búsqueda de un nuevo operador "técnico y económico" para encarrilar la prestación del servicio que viene acumulando fuertes cuestionamientos de las autoridades locales y los usuarios. En el sector no se descarta que esta distribuidora salga también a la venta en los próximos meses si no mejora su situación.
Por su parte, los actuales dueños de Emdersa entraron a tallar en el segundo semestre del año pasado cuando se quedaron con el control de las distribuidoras Edesal, Edelar y Edesa.
Inicialmente, las tres empresas fueron manejadas por el Exxel, el fondo del ex Citibank Juan Navarro. Sobre fines de los 90, el paquete de las eléctricas pasó a manos de la norteamericana GPU. Tras la crisis económica de 2001, GPU decidió abandonar el país y le vendió Emdersa a la norteamericana First Energy.
Al poco tiempo, el control de las distribuidoras recaló en los bancos HSBC y JP Morgan, que terminaron vendiendo las acciones a los inversores locales que manejan los hermanos Ruete Aguirre y al grupo norteamericano Nextar. Ahora, el mayor desafío que enfrentan los nuevos dueños de la electricidad del NOA pasa por la renegociación de la deuda heredada de US$ 110 millones que está en poder de los fondos Ashmore y Marathon. (Clarín)