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a nutria -por ejemplo- se puede cazar de junio a septiembre, en forma comercial, y el lagarto overo, de diciembre a febrero. El resto del año no está permitido cazarlos ni en forma comercial ni deportiva. El carpincho, el zorro, el guazuncho y otros animales por el estilo no se pueden cazar.Es por eso que los grupos proteccionistas de animales están cada vez más preocupados por la matanza de animales simplemente por deporte.
La Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA) acepta la caza y la pesca, pero cuando éstas son realizadas de manera sustentable, respetando especies, cupos y temporadas; obteniendo los permisos correspondientes, y restringiéndose a aquellos sitios permitidos.
"Somos realistas: en un país que tiene 15 millones de pobres hay muchas familias que sobreviven gracias a lo que pueden cazar. A esto lo denominamos caza de subsistencia. Nosotros intentamos que sea el Estado el que eduque y ayude a estas familias para que valoricen los recursos animales que tienen las distintas regiones", dijo Claudio Bertonatti, de FVSA, a un diario porteño.
Según el proteccionista, la fundación ayuda a las familias a preservar las especies conservando su fuente de comida. "A los cazadores de nutrias les pedimos que no siembren toda la laguna con trampas, sino que hagan especies de potreros para que en distintas zonas puedan reproducirse y conservar la especie", señaló Bertonatti.
Y Susana Villalba, directora de Red Solidaria de Animales, dijo: "Nosotros estamos en contra de toda matanza. No soportamos la caza. Incluso muchos de nosotros somos vegetarianos. Pero por desgracia en el país hay pocas campañas que revelen lo mal que se hace cuando se caza un animal".