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a marcha fue pacífica y en silencio y contó con la participación de más de 500 personas; pero sobre el final un adolescente comenzó a insultar a Garcilazo, que había salido al frente del edificio municipal a dialogar con los manifestantes. Además de esos airados reproches, adjudicándole al funcionario la responsabilidad del destino fatal del accidente, también le arrojaron una pancarta e intentaron golpearlo. La intervención de los mismos vecinos hizo que la situación no pasara a mayores.La marcha partió a las 19 desde la plaza Moreno, en Italia y Congreso, y se dirigió en silencio hasta la Municipalidad. Una pancarta exigía: “Señor intendente, cumpla con la obra de la Zanja de Joti”.
Frente al edificio de la comuna, y ante la presencia de Garcilazo, funcionarios municipales y concejales, vecinos y familiares expresaron que la tragedia del sábado –a la que se suman dos muertes anteriores– se habría evitado si se hubieran realizado las obras de entubamiento largamente reclamadas.
Luego habló el presidente municipal, quien expuso los resultados de la reunión realizada el martes con el gobernador Jorge Busti. Dijo que existe el compromiso de la Nación de agilizar los trámites y que el convenio para el llamado a licitación se realizará a fin de mes. A partir de entonces correrán los plazos para la ejecución de los trabajos, que consisten en el entubamiento de un tramo del arroyo El Ceibo, que al ingresar a la ciudad se transforma en su desagüe pluvial más importante.
Cuando el intendente se retiraba le arrojaron una pancarta y un vecino lo intentó agredir físicamente. Tras la intervención de la gente, se formó un cordón policial y los ánimos volvieron a tranquilizarse de a poco.
Jorge Storich, uno de los victorienses que estuvo en la marcha, dijo luego a LT 39 que la mayoría de los participantes “no comparten los agravios hacia el intendente y que no era ése el objetivo” de la protesta. (Uno)