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"Nuestro problema ha sido siempre que al gobierno de Uruguay no le gustaba que conversáramos con la parte argentina", comentó el máximo dirigente de la empresa, al tiempo que aseveró que "nuestros interlocutores hacían hincapié en que Uruguay es un país independiente, que estos son asuntos de política extranjera y que sólo el gobierno uruguayo responde en ese rubro".

Varis, quien destacó que Botnia tiene "muy buenos antecedentes en Europa concernientes a nuestra industria", aseguró que, una vez puestas en marcha las fábricas, "podría tomar agua del río Uruguay" porque "los efluentes son totalmente claros".

A pesar de los insistentes reclamos de los vecinos entrerrianos y del Gobierno nacional para que se frenen las obras y poder realizar un estudio de impacto ambiental, el presidente de Botnia explicó que "no resulta posible medir el impacto sobre el río por ser la variación tan pequeña" tras ser vertidas las aguas de tratamiento.

Por otra parte, se refirió a los sucesivos cortes de ruta que encararon las asambleas de las ciudades de Gualeguaychú y de Colón y consideró que "en la práctica no afectan mucho" a la construcción de las pasteras, porque "ya no utilizamos servicios argentinos. Es poco significativo en términos de costos y plazos".

En relación a la denuncia que presentará el Gobierno argentino ante el Tribunal de La Haya en los próximos días, Varis aclaró que "no se puede demandar a una empresa allá, porque el organismo no decide sobre cuestiones ambientales sino sobre acuerdos internacionales".

En ese contexto, indicó que "la cuestión es si Uruguay ha roto los tratados sobre aguas fronterizas" y no se mostró preocupado por una eventual decisión en contra de las papeleras porque "nuestros consejeros están muy convencidos que Uruguay ha obedecido" los tratados internacionales.