�

��Mientas yo sea presidente del ARI, seremos parte de la Concertación y, en línea con Carrió, creo que hay que ir por más porque con las alianzas actuales no alcanza”. La afirmación del diputado Juan Domingo Zacarías —que tiene mandato hasta 2008 como titular del ARI entrerriano y como miembro de la mesa nacional del partido— buscó despejar las dudas que abrió la semana pasada su colega Oscar Grilli, cuando afirmó que en la conducción nacional de la fuerza que lidera Elisa Carrió se veía con preocupación al marco de alianzas que se había dado en Entre Ríos con sectores que se identifican con el presidente Néstor Kirchner.
Tras ratificar su aval a Emilio Martínez Garbino, insistió en que “nosotros vamos por más, porque con la actual Concertación no alcanza” y citó la nota que ayer publicó Clarín donde Carrió sentenció que la oposición debe construir una “alianza de conductas”.
A propósito, juzgó que a Grilli “lo primero que le falta es el sentido de honestidad y conducta”, porque “se olvida que es diputado por un acuerdo del ARI con otras fuerzas políticas y de que fui yo quien solicitó ese lugar para él, porque por si mismo no esta en condiciones ni siquiera de ganar una elección interna en su propio pueblo, donde no ha podido abrir ni un local partidario a pesar de ser diputado”.
Al referirse a la oposición al contrato de agente financiero con el Bersa —que en el relato de Grilli fue una de las razones por las que recibió apoyo de la conducción nacional del partido— Zacarías mencionó que también él y su compañera de bancada, Beatriz Montaldo, se opusieron al convenio que proponía el Gobierno y cuestionó a la abogada Perla Strada, asesora de Grilli. “Fue la autora material del despido de 300 trabajadores del Bersa” durante el gobierno de Mario Moine, mencionó Zacarías.
También consideró oportuno recordar que el compañero de bancada de Grilli, el diputado Antonio Mainez, “fue asesor durante dos gestiones de Gobierno justicialista en la Municipalidad de Concordia”.
Zacarías dijo tener conocimiento de que el Gobierno nacional “analiza la posibilidad de desdoblar las elecciones presidenciales de las provinciales”, con lo cual se estaría repitiendo un escenario similar al de 2003: presidenciales en marzo o abril y el resto de los cargos (gobernador, intendente, legisladores nacionales, provinciales y comunales) en octubre.
Si esto ocurre, el principal problema de la Concertación para las elecciones del año que viene —su doble identidad política nacional— desaparecería, porque la fuerza provincial esquivaría su primer compromiso electoral nacional. De este modo, Kirchner podría sumar sin conflictos más votos en todos los distritos: en Entre Ríos los del PJ y los de los sectores kirchneristas del Nuevo Espacio.
— Pero Busti puede convocar para el mismo día que las elecciones nacionales.
— El Gobernador no necesita hoy de padrinazgos nacionales. Nadie puede desconocer que es un dirigente importante y que su estructura está en condiciones de ganar, aun si va sin Kirchner en la boleta.
— ¿Con cualquier candidato?
— Ese es un problema del PJ, del que no puedo opinar.