M

ucho se ha hablado –casi nada se ha logrado— acerca de que Entre Ríos recupere algo de la riqueza que genera para las arcas del Estado nacional. Maya reconoce que es difícil la negociación con la Nación aunque no imposible y le vuelve a sacar lustre a su medalla: “Siempre fue igual. Pero sacarle Salto Grande al ministro de Economía, en una instancia de problemas fiscales, es mucho más difícil que reclamar hoy, con justicia, que nos den lo que nos corresponde cuando hay un superávit descomunal. Esto le permite al Presidente despilfarrar arbitrariamente y cooptar voluntades con fondos que son nuestros”, manifiesta quien fuera candidato a una banca en el Congreso, en 2005, alineado con Carlos Menem. Destaca que su consigna no es un planteo extraño porque se trata de reclamar lo que hoy beneficia a otras provincias: “No queremos un trato diferente del que el Presidente le da a las economías regionales de su provincia (Santa Cruz) como la petrolera. No queremos otra cosa”, apunta Maya y concluye: “Se puede pero con independencia, con firmeza, con convicción. Se requiere no cuidar más el cargo que la gente que nos vota. Se requiere no tener una dirigencia genuflexa”.

MODELO K

Hay superávit pero se agranda la brecha entre ricos y pobres. No se trata, para Maya, de los ecos del derrumbe económico de 2001 sino de una política de alianzas que sostiene y define al Gobierno nacional. “En un gobierno peronista la estrategia de alianzas es con el pueblo al que se le daba, a través del salario, un elevado porcentaje de participación en el PBI. Pero la alianza, hoy, es con los sectores exportadores y la participación del salario es la más baja de la historia con el 23 %”, apunta el dirigente justicialista que no duda en afirmar que “lo de Kirchner es una traición a la doctrina peronista; desde el punto de vista ideológico, es un impostor”.
Según el ex senador “hay un creciente malestar colectivo” que no se mostraría en las mediciones sociales porque “los encuestadores son empleados del Gobierno”.
“Lo que está claro es que hay una acción sin estrategia, sin coherencia, sin ideas de Estado. Sí hay una gran vocación de autoritarismo, de hegemonía, de maltrato, de resentimiento profundo, de disciplinamiento de voluntades. Todo esto deriva en una debilidad institucional muy fuerte”, diagnostica Maya que no desiste de sus ponderaciones a Carlos Menem pese a reconocer “fallas importantes propias de lo prolongado de su administración” y a sostener que el escenario mundial aconsejaría hoy una política distinta a la implementada en los 90.

2007

“Falta mucho”, afirma cuando se le consulta por eventuales aliados para una propuesta de provincia en 2007. “La sabiduría va a pasar por la búsqueda de coincidencias, a nivel nacional, con todos los que no estén encolumnados con Kirchner”.
“La idea es propiciar concertaciones con programas claros y de compromiso de ejecución. Lo que importa es aportar ideas y gestión para Entre Ríos donde se requerirá muchísima generosidad”, define el ex senador que asegura que “ya estamos conversando” con otras fuerzas, diálogo en el que no se ha distinguido entre dirigentes “del Paufe que lidera Luis Patti; el Partido Demócrata; la Democracia Cristiana; el PRO; y el radicalismo”.
En este horizonte, Lavagna aparece como una figura aglutinante aunque Maya se ubica en “otro sector del peronismo”, distinto del que integraría el ex ministro de Economía que constituye “un peronismo naciente”. Sin embargo, pone el acento en que “la irrupción en el escenario político de la figura de Lavagna ha generado un marco de diálogo en el país y en Entre Ríos”. (Fuente: El Diario)