D
urante esta semana, tanto Carrió como sus principales espadas partidarias se dedicaron a desechar rumores de rupturas, peleas internas y acercamientos con otras fuerzas políticas. "Todo sigue igual: la candidata a presidente será Lilita, sin alianzas partidocráticas en el nivel nacional, y estamos abiertos a recibir apoyos a la postulación de Carrió", contestó la diputada Elsa Quiroz, secretaria del partido.La idea de los principales dirigentes aristas -compartida por Carrió- es tratar de reforzar la imagen partidaria y construir poder sin hablar aún de candidaturas en el nivel provincial o local. Para eso servirán la inauguración de locales del Instituto Hannah Arendt y la de la escuela de gobierno.
El próximo plenario federal, por realizarse a principios de agosto en La Pampa y al que concurrirán los presidentes de cada distrito, servirá para actualizar la discusión nacional luego de la decisión de Carrió de alejarse del trabajo partidario cotidiano. "Me saqué un peso de encima. Estoy feliz y cada uno asumirá la responsabilidad que le quepa", afirmó Carrió.
En ARI hay consenso sobre la necesidad de ir generando estructuras en distritos que al ARI le resultaron esquivos, como el Noroeste y algunos del Sur, como Santa Cruz. "Los cambios culturales se dan primero en el centro y luego en la periferia, donde hay sometimiento", explica Quiroz.
En el partido coinciden en restar importancia a la aparición de la candidatura de Roberto Lavagna. "No es un nuevo exponente de nada. El que lo vote no se confundirá", afirmó la diputada fueguina Fabiana Ríos, integrante de la Junta Nacional.
Lo que sí parece estar en discusión es la política de alianzas en algunos distritos trascendentes, como Santa Fe y Entre Ríos. "Respetaremos acuerdos y construcciones locales, siempre que respeten la candidatura presidencial de Carrió", explicó Ríos.
Sobre Santa Fe hay dos posturas. La primera de ellas -con mayoría en el ARI santafecino- cree que, para terminar con 23 años ininterrumpidos de PJ, ellos deberían apoyar la candidatura a gobernador del socialista Hermes Binner. Carrió descarta esta postura y sostiene que la alianza de socialistas y radicales sería "más de lo mismo".
En Entre Ríos también aparece la disyuntiva de enfrentar al kirchnerismo sin sumarse a un conglomerado incipiente de peronistas disidentes. "Hay una cosa clara: estaremos contra Kirchner en todo el país", se ataja Quiroz.
En territorio porteño y luego de que renunció Melillo, Carrió colocó a Fernando Cantero al frente del bloque. La eventual candidatura de Enrique Olivera a jefe de gobierno -uno de los motivos esgrimidos por Melillo a sus íntimos para forzar su partida- parece haber perdido algo de consenso, con el debate sobre la financiación de las campañas como motivo real de la disputa.
Mientras las expectativas del partido auguran crecimiento en Tierra del Fuego y Córdoba, Carrió disfrutará de su "libertad de movimientos", en sus encuentros con el líder de Recrear, Ricardo López Murphy, la peronista de izquierda Patricia Walsh y la macrista Gabriela Michetti, lo que enerva al ala "progresista" del partido. (La Nación)