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artínez Garbino previno sobre "la forma en que algunos sectores vienen desarrollando sus prácticas políticas". La semana pasada recorrió durante el departamento La Paz, Santa Elena, Bovril y Alcaraz. Durante su visita, pudo comprobar el elevado nivel de desintegración social e institucional que viven las localidades de Alcaraz, Santa Elena y Bovril “donde sus habitantes viven en un permanente estado de presión política, donde son vigilados, amenazados, perseguidos y agredidos por el solo hecho de levantar sus voces disidentes”.Un ejemplo es el grave hecho ocurrido en Alcaraz donde le “bajaron” la antena a la radio FM “Sensación”. “Lo que había comenzado con una amenaza a su propietaria fue consumado por vías de hecho y todo debido a haber levantado su voz crítica respecto del actual gobierno local y provincial”, dijo el legislador.
También alertó sobre el silencio “cómplice” y el “amordazamiento de la prensa” sobre la vida democrática de la provincia. El caso del intendente Daniel Rossi se erige como paradigmático: “no debemos caer en la indiferencia, no podemos como sociedad permanecer adormecidos ante estos hechos que se viven en la provincia, que sólo buscan que ya nada nos sorprenda y terminemos aceptando y hasta premiando a los que delinquen”, expresó.
En este marco, expresó que “resulta saludable que, al menos, algunos sectores educativos se hayan replanteado el hecho de no acudir a un acto patrio, para evitar compartirlo con un funcionario condenado por la Justicia”.
Martínez Garbino también criticó la convocatoria del gobernador Jorge Busti a intendentes y legisladores a la Casa de Gobierno a un acto relacionado con la interna justicialista, “sin preocuparse en lo absoluto por las formas, confundiendo partido oficialista con Gobierno”.
Luego advirtió que “de estos hechos a no tener conciencia de cuales son los fondos públicos que deben ser destinados al bien común y cuales son para la campaña política, hay un solo paso”.
El legislador advirtió sobre el accionar de un Estado al que calificó como “agresor, decadente y sin respuestas ante los problemas cotidianos”. Los ejemplos mencionados anteriormente, sumado a lo que sucede en Alcaraz, Santa Elena y Bovril, para Martínez Garbino no deben ser tomados como algo inédito en la provincia, sino como “un llamado de alerta concreto respecto de la forma en que algunos sectores vienen desarrollando sus prácticas políticas y de como siguen sumergiendo peligrosamente a la provincia en un estado de gravedad institucional muy serio”, finalizó.