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ogoyá honró ayer a su patrona, la Virgen del Carmen, y celebró sus 224 años de vida en un marco multitudinario —las estimaciones dan cuenta que más de 30 mil fieles asistieron a la celebración central— sin que el mal tiempo empañara las misas y celebraciones que se sucedieron a lo largo del día, desde la noche del sábado inclusive.
“Fue un milagro”, se asombró el padre Javier Balcar, párroco de la Basílica, al caer en la cuenta de que la lluvia, que afectó a media provincia, no malogró los festejos en Nogoyá. “Llovió en todos lados, menos aquí”, dijo el sacerdote, todavía conmovido por la asistencia de fieles, “mucho más numerosa que en años anteriores”.
Este año la celebración estuvo marcada por la defensa de la vida y la familia, tal como lo proclama el Episcopado y lo reafirmó el Papa Benedicto XVI en su reciente viaje a Valencia, España, donde participó del Encuentro Internacional de las Familias. A tono con ese contexto, y enfocado en el debate que sacude al Congreso Nacional a partir de la presentación de un proyecto de ley que pretende legislar en materia de ligadura de trompas y vasectomía, el arzobispo de Paraná, Mario Maulión, formuló un fuerte pronunciamiento.

RECLAMO DE MAULIÓN

En el mensaje que pronunció durante uno de los momentos más emotivos de la celebración, la procesión de la imagen de la Virgen por las calles de la ciudad, Maulión instó a trabajar “por la familia”. Y añadió: “Trabajemos para que nuestra sociedad reconozca a la familia como el ámbito de la vida, que todas las disposiciones, normas y políticas avancen a consolidar la familia y hacer de ella el ámbito del amor, la paz y de la solidaridad”.
“Nos convoca para esta tarde el amor a la Virgen, a nosotros los creyentes especialmente a todos los hijos de Nogoyá y a todos hermanados por la misma Patria y con el mismo compromiso de querer formar una sociedad, como el Señor nos pide. Me alegro de estar una vez más acompañando a ustedes en esta expresión de nuestra fe, la de ustedes y la mía”, señaló.
Y se alegó por el lema de este año en la celebración patrona
La homilía de Maulión pronunciada al término de la procesión que se inició a las 14.30 fue apenas una parte de una celebración tradicional en Nogoyá para honrar a la Virgen del Carmen y a la vez recordar el momento justo de su fundación como ciudad.
En realidad, Nogoyá estuvo de fiesta durante nueve días, aunque el momento que todos esperan siempre es cuando la imagen de la Virgen, tallada a mano en madera de aguaribay en 1782 por el primer párroco, el padre Fernando Andrés Quiroga y Taboada, sale de la Basílica para recorrer las calles y marcar una jornada que tiene su inicio varias horas antes. Todo comienza cuando el reloj marca las cero del sábado, y los fieles se concentran en la Basílica para cantarle el feliz cumpleaños a la Virgen, rendirle homenaje y compartir la tradicional torta, que año tras año preparan las maestras jardineras. Es en ese momento cuando las campanas empiezan a repicar y las sirenas a sonar.
Las celebración continuó ayer, a las 6, con la misa heroica de hombres y siguió con las celebraciones de las 7.30, y más tarde, a las 9.30 y a las 10.30. A esa hora las campanas volvieron a sonar para anunciar el comienzo de la misa que presidió el arzobispo de Paraná. A la tarde, desde las 14.30, los fieles acompañaron en peregrinación la salida del templo de la imagen de la Virgen del Carmen, que luego fue saludada por unos 400 jinetes a caballo y por todo el pueblo que se hizo presente frente al templo, ubicado en la Plaza Libertad.
El final de la jornada tuvo su momento culminante cuando, como todos los años, con los vivas a la Virgen y los pañuelos en alto los fieles saludaron el paso de la imagen de la patrona de Nogoyá. La sólida animación de Juan Villarruel sirvió para poner en palabras lo que toda la ciudad sentía. (El Diario)