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“Que quede claro –continuó- que a los que hacen de esta interna mezquina casi un deporte, no les importa en absoluto la suerte que puedan tener el gobierno y las instituciones” a la vez que alertó respecto de que “esta situación excede al Poder Ejecutivo y ya se ha trasladado a la legislatura, que aprueba o rechaza los distintos proyectos según la temperatura circunstancial de la interna”.

El legislador señaló que “ciertamente y sin ningún ánimo de especulación debemos preocuparnos por la resolución de estos hechos, ya que el PJ es el partido gobernante y estos enfrentamientos pueden poner en riesgo a las instituciones, que siempre debieran estar fuera de estas luchas. No en vano hace tiempo decíamos que la reforma de la Constitución sólo estaba orientada a un intento por asegurar la gobernabilidad y evidentemente en este contexto de crisis se les hace cada vez más difícil”.

“Antes irse de las filas del PJ era un pecado, ahora evadirse de la misma parece una salvación. Creo que debemos preguntarnos ¿Adónde está el pecado de irse? ¿O será que esta disputa dialéctica es sólo una maniobra escénica para acomodar hombres en las listas de cara a las próximas elecciones?, se preguntó.

Para Martínez Garbino la respuesta a estos interrogantes son más que obvias, ya que “nadie puede dudar que estos enfrentamientos que distraen a gobernantes y legisladores de sus funciones, tienen como único marco la interna justicialista, donde cada uno intenta ubicarse en un lugar de preponderancia en la próxima boleta electoral y de última si eso mancha o lastima a las instituciones que dicen defender, no les importa en lo más mínimo mientras puedan asegurar su quintita por un buen tiempo más”.

Por último, el diputado por la Concertación Entrerriana remarcó: “Por eso, todos los entrerrianos de buena voluntad tenemos que autoconvocarnos para abrazar una gran causa, que es la causa de la provincia de Entre Ríos, para dotarla definitivamente de un proyecto genuino de crecimiento basado en políticas de estado que estén por encima de diferencias circunstanciales y que impliquen mejorar en serio nuestra salud, nuestra educación, nuestra seguridad, donde los sectores de la producción se conviertan en el eje –junto al estado- de dicho despegue. Para ello necesitamos elevarnos de las insensatas batallas, actuar con grandeza y ser generoso, porque de todos algo necesitamos. Esto debe ser lo que nos movilice hoy para que realmente se erija en Entre Ríos una verdadera alternativa política, fiel a aquellos principios y muy caro a los sentimientos entrerrianos”.