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recisamente Urribarri fue quien inauguró la disertación otorgando la bienvenida al ilustre y mundialmente respetado visitante, considerándolo “una eminencia, un científico social de primer nivel, un hombre de una calidad humana que intimida aún más que su currículum”.El titular de CAFESG manifestó además que “con esta conferencia queremos dar el paso de comenzar a enfocar el problema de la pobreza desde otra perspectiva y nosotros como gobernantes, como justicialistas, miramos siempre el futuro con esperanza. Pero quizás nuestro problema en relación a la pobreza es que hemos pensado en el futuro, pero con herramientas del pasado”.
Tras esa confesión del ministro en tono autocrítico, agregó: “por eso queremos escuchar y que ustedes escuchen hoy al doctor Max-Neef para repensar el problema de la pobreza y en particular el de la pobreza extrema. Conocer otros enfoques, otros razonamientos que nos disparen ideas más originales y más efectivas para luchar contra este flagelo que parece expandirse exponencialmente al calor de una distribución injusta del ingreso y todas sus secuelas negativas”. Finalmente, Urribarri destacó “necesitamos que nos ayuden a pensar; que usted doctor Max-Neef nos ayude a pensar, que nos oriente, que nos sugiera ideas nuevas, que nos enseñe un camino alternativo para poder enfrentar con más éxito a este enemigo resistente y longevo”.
Luego de ser declarado visitante ilustre de la provincia por el Poder Ejecutivo el doctor Manfred Max-Neef –Premio Nobel Alternativo de Economía 1083– comenzó su alocución reconociendo sentirse “apabullado por tanto reconocimiento y emocionado por el interés de ustedes”.
Seguidamente confió sin rodeos sentirse “profundamente decepcionado por el modo en el que hoy se enseña la economía y cómo se la practica, porque como resultado de ello la economía se ha convertido en cómplice de un mundo que se encuentra en un acelerado proceso de autodestrucción”; y fue aún más lejos al aseverar que “hay casos en que la utilización de la economía es un arma de destrucción masiva: una mala economía mata más gente que una bomba atómica”.
No obstante, dejando entrever una sólida esperanza dijo “Si tenemos conciencia de esta mala economía y aceptamos que ha sido mala, estamos en condiciones de comenzar a superar la situación”, instó.
Posteriormente, entre otros conceptos puso de relieve los seis postulados básicos de su Economía Descalza: “El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos”, “El crecimiento no es lo mismo que el desarrollo, y el desarrollo no precisa necesariamente del crecimiento”, “Ninguna economía es posible al margen de los servicios que prestan los ecosistemas”, “La economía es un subsistema de un sistema que es mayor y finito, que es la biosfera, y por lo tanto el crecimiento infinito es imposible”, y “Ningún proceso o interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por encima de la reverencia por la vida”.
El prestigioso expositor aceptó que “es difícil estar en contra de estos postulados, pues están basados en el sentido común”, pero invitó a todos los asistentes a recorrer “uno por uno estos principios valóricos y se darán cuenta de que lo que muestra el mundo de hoy es exactamente lo contrario a cada uno de ellos”.