T
ras esta resolución, ningún dirigente podrá arrogarse la representación del vecinalismo provincial para cerrar algún acuerdo electoral de cara a 2007. Así las cosas, la posición que se impuso “por amplia mayoría”, según informó Orlando Lovera, fue la de siempre: el vecinalismo es un movimiento municipalista que actúa en el orden local; cada agrupación va a cerrar los acuerdos que crea conveniente en ese orden y, en la provincia, cada afiliado queda en libertad de acción para votar al candidato de su preferencia. Durante el debate, la denominada Confederación de Partidos Vecinalistas, que preside Alberto Olivetti, propuso sin suerte adherir a la propuesta que encabeza Julio Solanas, como candidato a gobernador por un frente de identidad kirchnerista.