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La Nación).- "Lo maté porque le vendía droga a mi hijo". De esa forma, brutal, Roberto Abel Quiroga, de 48 años y barrendero municipal, justificó por qué le clavó un cuchillo en el pecho a Luis Rubén Pávez, de 37 años. El crimen se produjo el fin de semana en la localidad de Eduardo Castex, de 10 mil habitantes y situada a 82 kilómetros al norte de la capital provincial. Ahora se informó que ocurrió, según el relato del victimario, en medio de una discusión por la comercialización de estupefacientes. Pávez fue asesinado el sábado a la noche en su vivienda de la calle Alfredo Palacios por el barrendero municipal. Quiroga concurrió a la casa de Pávez para pedirle, una vez más, que no le vendiera drogas a su hijo. En ese momento, luego de una discusión, Quiroga le clavó un cuchillo en el tórax, siempre según fuentes policiales. Un joven familiar de Pávez le dio un golpe en la cabeza con una botella de cerveza al agresor. Pero no informó del ataque a la Policía y también se retiró del lugar. El cuerpo de Pávez fue encontrado un día después, en el patio de la vivienda. La víctima recibió sepultura en el cementerio local y hoy Quiroga fue trasladado a Santa Rosa, para prestar declaración indagatoria ante las autoridades del Juzgado de Instrucción 7, de Santa Rosa.