P
ese a que la iniciativa ya había sido aprobada la semana pasada por el Senado, los cambios al Consejo de la Magistratura deberán volver ahora a la Cámara alta, debido que en el plenario de comisiones de Diputados realizado el martes se introdujeron modificaciones acercadas a la Casa Rosada por la Corte Suprema. El kirchnerismo necesitaba una mayoría especial de al menos 129 adhesiones para conseguir la sanción en general, algo que finalmente logró cerca de las 5:40 en medio de un maratónico debate que incluyó intensos y constantes enfrentamientos entre los legisladores. Tras la sanción en general, la discusión pasó a ser si los artículos del proyecto serían votados todos juntos, como aspiraba el kirchnerismo, o cada uno por separado, como suele ser la costumbre. "Exigimos que se debata artículo por artículo", clamó el jefe del bloque del radicalismo, Ricardo Gil Lavedra. Según denunciaba la oposición, el Frente para la Victoria quería englobarlos a todos en un paquete porque no tenía el respaldo necesario para aprobar los aspectos más polémicos de la norma. Tras una acalorada discusión a los gritos, finalmente el jefe de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi, accedió a que se realice una votación en particular pero sin discursos. Otra vez con los votos justos, el kirchnerismo consiguió aprobar el primer artículo por 130 votos a favor, 20 en contra y una abstención. Luego, cuando el mismo procedimiento se realizó con el segundo ítem de la ley, estalló el escándalo: el oficialismo perdió la votación con 128 votos positivos y 103 negativos. A los gritos y fuera de sí, Rossi se acercó al estrado del presidente de la Cámara, el kirchnerista Julián Domínguez, para reclamar a los gritos que los votos positivos de la diputada Alicia Comelli (Movimiento Popular Neuquino) y Juan Carlos Forconi (Santa Fe en Movimiento), no habían sido computados. El titular del recinto, quien también debió sufragar para asegurar el número, hizo lugar al pedido y dio por ganada la votación, lo que provocó la furia de la oposición. Luego de un cuarto intermedio, casi todos los legisladores antikirchneristas se retiraron del recinto y dejaron al Frente para la Victoria y sus aliados votando prácticamente en soledad: los artículos 3 y 4 fueron aprobados por 130 personas y rechazados por sólo 9. Los ítems restantes fueron después pasados con un respaldo similar y se dio por aprobado el proyecto. En una maratónica sesión que supera las veinte horas de debate y aún continúa, los diputados aprobaron en poco más de 60 minutos la creación de tres nuevas cámaras de Casación.