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n medio de fuertes críticas del ala progresista del kirchnerismo, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, sumó el respaldo de Sergio Massa en su cruzada contra los extranjeros que delinquen en el país. "Argentina tiene que revisar su política migratoria, sin duda", aseguró hoy el líder del Frente Renovador. "Nosotros tenemos laxitud en situaciones que otros no tienen y creo que indudablemente tenemos que revisarla", detalló. "Me da la sensación de que la idea de entrar y salir de la Argentina sin más lo que hace es que el que viene a delinquir entra y sale sin más", agregó. "No podemos ser tibios, no podemos que tenerle miedo como sociedad a la palabra orden porque el orden es sinónimo de seguridad y de progreso", dijo Massa en una entrevista con radio La Red. "Estoy de acuerdo con discutir una política migratoria que nos permita expulsar a aquellos que vienen a delinquir", completó. La coincidencia de Massa con Berni promete levantar más polvareda. Sus declaraciones de hace dos semanas generaron el rechazo de parte del kirchnerismo y hoy el Gobierno lanzó la "mesa de diálogo migratorio", en un intento por bajarle el tono al tema. "Quiero pedirles a los legisladores, que así como estamos en la calle nosotros todos los días, ponemos todo el esfuerzo... que se sienten a legislar y den herramientas a la justicia para que estos delincuentes que vienen a la Argentina a delinquir vuelvan a su lugar de origen", propuso en medio de un operativo donde se detuvo a un grupo de chilenos. Tan fuerte fue la repercusión de sus dichos que hasta el PRO lo acusó de "retrógrado y xenófobo". "Apelar a un recurso tan bajo como la xenofobia significaría desatar una verdadera caza de brujas y despertar un odio sin sentido hacia nuestros hermanos inmigrantes", denunció el legislador Daniel Lipovetsky en un proyecto de repudio que presentó ante la Legislatura. Pero la postura de Berni no fue casual. Según el sitio La Política Online, el funcionario subió diez puntos de imagen positiva tras esos dichos, son compartidos por 8 de cada 10 encuestados por la consultora Aresco en el área metropolitana. Este medio también reveló que es la propia Cristina quien empuja a Berni en su giro derechista. La presidenta lo quiere el año que viene de candidato y apuesta a disputar a Mauricio Macri y a Massa la agenda sobre seguridad, con el objetivo de seducir al electorado que no quiere saber nada con el discurso garantista. De hecho, el giro a la derecha de Berni y el alto perfil de sus apariciones públicas ya empezaron a incomodar al PRO, que en los últimos días hizo fila para pegarle. Más pragmático, Massa apostó por apoyar sin miramientos su iniciativa para expulsar delincuentes extranjeros.