L
a resignación de la presidencia del bloque Cambiemos en el Senado por parte de sus integrantes radicales generó malestar en algunos sectores del partido, quienes exigieron al Comité Provincial que se pronuncie al respecto. Su presidente Pedro Galimberti no contestó la interpelación de sus correligionarios pero en declaraciones periodísticas evitó confrontar con los legisladores. “Como partido nos hubiese encantado que siga estando un radical al frente del bloque”, admitió el intendente de Chajarí a APF, pero reconoció que “ha sido una decisión de los senadores, que tienen la atribución de elegir sus autoridades, y la tenemos que respetar”. La decisión de bajar al representante del departamento Paraná Raimundo Kisser fue consensuada entre los cuatro senadores de la UCR –Beltrán Lora, Omar Schild y Miguel Piana- y los demás miembros de Cambiemos: dos del PRO –Nicolás Mattiauda y Francisco Morchio- y el de raigambre peronista Roque Ferrari, quien se alzó con el puesto que ostentó el radicalismo durante el primer año. La decisión, que Galimberti solicita “respetar” no fue bienvenida por otros correligionarios. El propio Kisser en diálogo con INFORME DIGITAL cuestionó que sus compañeros de bloque “después de elogiarme dos horas, me dijeron que no obstante había que rotar la presidencia y darle otra impronta”. El Comité Paraná Campaña, a su vez, castigó a “los senadores radicales, que siendo mayoría y sin tener en cuenta genuinos derechos partidarios” tomaron la resolución. El mismo comunicado enviado a INFORME DIGITAL expresaba su “adhesión” al pedido de otra vertiente, la del Comité Departamental Concordia, que consistía en que “el Comité Provincial ‘arbitre los medios para que este denigrante hecho no se concrete y se expida al respecto’”. Por el momento, las máximas autoridades de la UCR Entre Ríos no se expidieron formalmente, aunque las palabras de Galimberti anticipan el ánimo con que abordarán la polémica, que seguramente surgirá en el congreso partidario convocado para el 18 de marzo.