E

l anuncio efectuado por el intendente de Paraná, Adán Bahl, para la construcción de pozos en distintos puntos de la ciudad como solución provisoria para mejorar el servicio de agua potable trajo polémica. Primero la idea fue cuestionada por vecinos, pero la controversia se trasladó a la política con cruces entre oposición y oficialismo.

El proyecto consiste en la realización de diez perforaciones en distintas zonas de la ciudad para fortalecer el sistema de distribución de agua potable en algunas áreas que tienen problemas con la provisión. El gobierno municipal lo plantea como una solución primera y no definitiva a la escasez de agua que generó la histórica bajante del río.

Vecinalistas en contra

La Asamblea Ciudadana Vecinalista de Paraná expresó su rechazo y solicitó al intendente que “revea la decisión, que raya de inconsulta a la ciudadanía”.

“Considerando que vivimos al margen de uno de los ríos más caudalosos del mundo, resulta inconcebible pensar en renunciar a esa ventaja comparativa, decidiendo abastecernos con agua salada”, señalaron.

“Veríamos un retroceso en la calidad de vida de los paranaenses ya que se conoce los inconvenientes que acarrea el agua de pozos semisurgentes. Es un agua con alto contenido de minerales, no es agradable para el consumo, sumado a su dudosa calidad debido a las filtraciones de las napas superiores o posible existencia de sustancias tóxicas", alertaron.

UCR: "Paraná retrocede casi 100 años"

Luego las críticas surgieron desde el bloque radical en el Concejo Deliberante, ligados al varisquismo. "Haría retroceder a la ciudad de Paraná casi 100 años", sentenciaron respecto del proyecto de la gestión Bahl.

Walter Rolandelli, Claudia Acevedo y Francisco Avero emitieron un comunicado que coincide en sus términos con el de la Asamblea Vecinalista y señalaron que "volver a los pozos de agua salada a fin de mezclarla con la potable es un retroceso en la calidad de vida" y ejemplificaron que resulta "muy perjudicial para personas hipertensas, pacientes con problemas renales o niños".

Por lo tanto, este miércoles el bloque envió a través del Concejo Deliberante un proyecto de resolución instando al gobierno de Bahl a que "proceda a suspender el proyecto de obras".

Elizar: “el que atrasó cien años la ciudad fue Varisco”

La respuesta del oficialismo corrió por cuenta del concejal Sergio Elizar, del Frente Creer Entre Ríos. Defendió que la de los pozos es una medida "que busca garantizar que todos los vecinos de la ciudad tengan acceso al agua potable".

Ya atacó a los adversarios radicales: “los que dejaron un municipio quebrado, sin recursos, casi sin prestar los servicios básicos y al borde del colapso en cuanto a la provisión de agua, son los mismos que vienen a cuestionar a una gestión que se está ocupando y está trabajando para resolver una contingencia”.

El edil del Frente de Creer Entre Ríos resaltó que “la realización de las perforaciones en distintos puntos estratégicos de la ciudad surge como una solución provisoria ante la histórica bajante del río Paraná, mientras termina de delinearse un proyecto para dar una solución de fondo al problema, y así se los hizo saber a los integrantes de la Asamblea Ciudadana”.

Elizar enfatizó que “el agua que se extraiga de los pozos semisurgentes estará sometida a un minucioso proceso de análisis químico, bacteriológico y biológico para garantizar su potabilidad, de manera que no constituye ningún riesgo para la salud de la población, como sostienen, equivocadamente, los concejales de Cambiemos”.

Además, insistió que "la extracción de aguas subterráneas es una alternativa totalmente válida para incrementar la entrega de agua al sistema actual, y así lo han ratificado los especialistas consultados por el Municipio".

"El agua proveniente de estas perforaciones que planea hacer la Municipalidad contiene sales minerales, pero esas sales se diluyen al mezclarla con el agua dulce almacenada en los distintos centros de distribución, como está previsto”, aseguró Elizar.

El presidente del bloque oficialista en el Concejo Deliberante dijo además que “el intendente Bahl pretende con esta medida dar una solución al problema de provisión de agua en algunos sectores de la ciudad, un elemento vital en el contexto de la pandemia por el coronavirus, en que justamente la higiene personal y de los alimentos es la recomendación más importante que dan los científicos para minimizar los contagios”.

“La gestión de Sergio Varisco y compañía dejó una deuda de 1.500 millones de pesos, que equivale a casi seis meses de sueldo de la administración; fue Varisco quien atrasó cien años la ciudad", recordó Elízar.

Y concluyó que "ahora piden dragar la toma de agua, pero no se informan, no se toman el trabajo de consultar o averiguar que eso se viene haciendo desde el principio de la gestión. Eso es una burla y una falta de respeto, sobre todo para la ciudadanía”, finalizó Elizar.