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NO. “Creo que el destino del radicalismo no puede ser la búsqueda permanente de un negocio electoral que lo salve en cada elección. No creo que Lavagna sea más progresista que Kirchner y mucho menos un representante del pensamiento económico estratégico de desarrollo nacional que llevó adelante Eugenio Blanco bajo el gobierno de Arturo Illia”, opinó Rogel. Para el presidente del bloque de diputados, “no podemos constituir una nueva Unión Democrática sobre la base de que Kirchner representa la hegemonía del poder y el autoritarismo, cuando lo que los radicales nos debemos es dar una discusión de las cuestiones de fondo que hacen al desarrollo nacional y la distribución de la riqueza, que no son precisamente los temas que tiene Lavagna en su agenda”.

ORGÁNICO. “No es lo que me gusta, no es lo que quiero para la UCR, pero como soy un hombre de partido vamos a entrar en una etapa de debate sobre este tema”. Así resumió su posición Vera. El diputado puso como norte del radicalismo a la necesidad de “recuperar la identidad partidaria”. ¿Lavagna ayuda? “Es tan complejo este nuevo escenario que no me animo a decir si nos favorece o nos perjudica”, respondió.

“PUEDE SER”. Esa fue la respuesta de Ghiano, referente del Frente Social que comulga con la idea de un acuerdo del que participe el ARI y el socialismo y sectores sociales que expresen “valores progresistas”. A su juicio, Lavagna podría llegar a encarnar esas ideas, siempre que concuerde en que la confluencia no debe darse “sólo en los principios republicanos, sino también en una mejor distribución de la riqueza y del poder y en eliminar la corrupción y el clientelismo que está instalado en el funcionamiento del estado nacional”. (El Diario)